El expositor, más aburrido que de costumbre, celebraba el hecho de que no habían más inquietudes por parte de sus oyentes. El 70% de éstos sólo vinieron para probar el vino o la cerveza de honor; el resto me imagino que a dormir.Yo por mi parte, me limito a tomar notas de vocabulario nuevo y posteriormente brindar con vino o cerveza junto a mi amigo invisible. La dama de vestido negro repasa las formas de su cabello y se anima a soltarlos, cual si fuera una ofrenda para la noche.
Los ingenieros conversan, hablan de proyectos, de relaves y procesos de lixiviación. Las jóvenes no tienen idea de lo que significa eso último, sin embargo, están dispuestas a irse a la cama con cualquiera que pronuncie mal el Cstellano. Uno de ellos, reparando en la soledad intelectual de una de ellas, le alcanza un bocadillo; sólo que este individuo pronuncia mal el Inglés.La noche se recrea como un parque y todo parece un banquete en donde todos, parecemos alimentos de la noche.
La Molina
12/04/08
No hay comentarios:
Publicar un comentario