Cuando nació, apenas diez años atrás, no imaginaría que viviría en trajines singulares, desde el qeuinto año. Había escuchado viejas historias de burdeles atentos a la llegada de un "primerizo" y así podría percatarse de una segunda función; mas él no era de andar en esa cavilaciones.
Detestaba , eso sí, que lo llamasen coloquialmente. De seguro que a sus vecinos, que crecían cada vez más, tampoco; lo cierto es que cumplidos sus dos años sucedió un encuentro inolvidable. Una noche donde gozó de su amplio "contacto visual"; la elegiría de entre muchas, era menuda con una aproximación al color alazán, ligera y suave , se plegaría a ella a razón de medio segudno, no pudo averiguar más de ella aquella noche, más si lograría distinguirla.
Pasaron tres días cuando logró verla, mas algo había cambiado, la notaba más distante; pero el era muy tenaz y trataba, aunque casi imposible, tocarla o al menos rozarla en aquel momento, pero no lo consiguió. Consternado y exhausto fue mudo testigo de un masivo acto de descortesía, pues cuando le "dieron la espalda" no impidió que lo alojaran entre dos planicies ondulantes.
Defraudado, resentido e impotente decidió por fin acabar con la situación. En cierta ocasión aprovechando las vibraciones, optó por enroscarse, esto causaba tanta molestia a su "propietario" que terminó por alejarlo un poco más de sus vecinos, cortesía de un ataque dactilar.
Esperaba eso sí. Su paciencia se vería recompensada cuando se vió frente a un mingitorio, "Es mi oportunidad" hubiera podido afirmar; en eso tomó impulso y se arrojó, no sin gran esfuerzo, al fondo de dicho conducto.Cumpliría así uno de sus tantos sueños, conocer y navegar por el mar.
Detestaba , eso sí, que lo llamasen coloquialmente. De seguro que a sus vecinos, que crecían cada vez más, tampoco; lo cierto es que cumplidos sus dos años sucedió un encuentro inolvidable. Una noche donde gozó de su amplio "contacto visual"; la elegiría de entre muchas, era menuda con una aproximación al color alazán, ligera y suave , se plegaría a ella a razón de medio segudno, no pudo averiguar más de ella aquella noche, más si lograría distinguirla.
Pasaron tres días cuando logró verla, mas algo había cambiado, la notaba más distante; pero el era muy tenaz y trataba, aunque casi imposible, tocarla o al menos rozarla en aquel momento, pero no lo consiguió. Consternado y exhausto fue mudo testigo de un masivo acto de descortesía, pues cuando le "dieron la espalda" no impidió que lo alojaran entre dos planicies ondulantes.
Defraudado, resentido e impotente decidió por fin acabar con la situación. En cierta ocasión aprovechando las vibraciones, optó por enroscarse, esto causaba tanta molestia a su "propietario" que terminó por alejarlo un poco más de sus vecinos, cortesía de un ataque dactilar.
Esperaba eso sí. Su paciencia se vería recompensada cuando se vió frente a un mingitorio, "Es mi oportunidad" hubiera podido afirmar; en eso tomó impulso y se arrojó, no sin gran esfuerzo, al fondo de dicho conducto.Cumpliría así uno de sus tantos sueños, conocer y navegar por el mar.
Surco
31/01/07
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