“Gracias, pero aún no soy estrella de
rock”, respondía Zheiya a una joven ejecutiva de aerolíneas, lo cierto es que
el autógrafo que le dejaba, tenía un carácter especial cercano a estrella de
cine en todo caso. El avión partía en cincuenta minutos.
- Veo que te gusta esperar, Zheiya- dijo
Dant, mientras iba revisando una revista.
- Es parte de hacer turismo, antes de
iniciar con la misión- se defendió el joven investigador y docente.
Era la primera vez que Dant volaba un
avión, era la primera vez que viajaba a América. Precisamente, en los videos
como resultados de la aplicación de los motores de búsqueda, aparecía una
canción que hablaba de un río hablador y de un inmenso jardín.
“Eso es América, verás que te encantará”
agregó Jerry ahora pensativo, ante las formalidades que depararían estar en
este continente, sometido al trabajo y a la vida.
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