domingo, 3 de junio de 2012

Ana-Liza


Cuando tu madre te miró fijamente a los ojos, aquel verano más triste y más infestado de privaciones de tu vida; no soportaste en tu corazón aquellas tres palabras: “No tenemos dinero.”

Así que caballera a trabajar, pero en qué. Y no, la respuesta no estaba en Sultan el perro baboso ni en el loro, no. Ellos jamás te secarían las lágrimas. ¿Cómo se te ocurre, pensar eso de trabajar de empleada? Eres bonita, no te arreglarás bien, pero lo eres en el fondo. Así que lo analizaste.

Cuando tu profesor, efectivamente, acongojado y más desorientado que un río en crecida; te preguntó de las razones de tu salida (Tercer ciclo, administración bancaria). No tenías más respuesta que una buena oportunidad y que era preciso aprovecharla, pero si ni tú misma te habías dado una oportunidad. Porque salías a tomar con los de quinto semestre y uno de ellos, crees saber bien, te metió la pinga, pero no sabes ni en que bar.

-   Entonces, necesitarás de mi una carta de recomendación ¿quisieras eso? – te dijo tu querido maestro, ¿lo recuerdas?

-  Yo...-y lloraste como una Magdalena. Ese día tu querido profesor te escribió la carta y te metió la pinga también; como consolándote. El orden de los hechos, de hecho que lo sabes, cojuda.

Pero ya, tenías que trabajar de una buena, vez. Tenías una carta de recomendación, ahora necesitabas ir a un banco, a preguntar si había vacantes o algo así. Un señor te dijo bien claro, “Practicantes no, egresados mamita” Pero y tu, coquetona insistiendo, hasta que el pata (un conserje de seguridad) te pidió su número y te iba a avisar un día para darte el dato, “Te invito unos sanguchitos.” “Sí, sí claro” y le zampas un beso al negro feo ese.

 Entonces fuiste a tu casa, feliz porque habías hecho un “Contacto laboral”. Sin imaginar que ese zambo estaba contándole al mismo gerente de oficina, en el baño, que estaba a punto de tirarte y decirte el clásico rollo de que mandaras tu correo a tal dirección y que mucha suerte, aquí tengo la tarjeta del gerente. “Te doy la antigua entonces, ¿no?” “Claro jefecito” mientras seguía dándote rico por donde a él le plazca. Pero chucha, tu vieja no estaba.

En vano intentabas llamarla, ese celular nunca se cargaba del todo. ¿Preguntar a la vecina? Te salió contando que el hijo del vecino había llegado de los Estados Unidos y que hizo una parrillada y que te la habías perdido (Al pata también, porque parece un actor “Imagínate hija”) y tú ya deseabas que te tragara el mundo, si sí tu vieja. ¿Dónde estaba? Ahora sí te importaba tu viejita, que no exageres, no lo estaba tanto. 50 años no es nada, aún estaba parada. En cambio tú, tu a su edad ya estarías hasta el culo. Sí, después de tanto preguntar, te dicen que se llevó una maleta y que el tío Mauro, de la ferretería (según las malas lenguas, tu viejo) tenía una carta que te dejó ella.
 
Ahora sí la llamabas mamita, ahora sí le traías a tu mente cuando eras niña y correteabas. Ahora sí te dabas cuenta que ser ambulante es un trabajo digno. Conchuda de mierda, te pones a llorar. Haz algo por la vida, llama a ese zambo de una vez. ¿Qué tu vieja? Tu vieja se había ido con su querido a Arequipa, tú ya has tu vida. Hazte sola y sí es posible vete a la mierda también. Teñida y triste cojuda.

Seamos prácticos. Con los 200 soles que te había dado tu mami, podrías arreglártelas hasta por tres semanas. Tenías que procurar la chamba, pero ya. Llama al negro que te cuesta, si te va joder que te joda, pero que te asegure algo al menos. ¿Dignidad, cojuda? Por qué te tiene que venir eso a la cabeza, cuando no ibas a las clases que tu vieja pagaba a costa de inspectores y los serenos que la paraban botando. Cojuda de mierda, dignidad te van a dar por el ojete.

Me hiciste caso y llamaste al negro. Contestó su señora, te cagó en one y hasta puta te dijo. “Y anda vete a joder a otro, mocosa de mierda.” Ok. No te alarmes aún te quedan ciento cincuenta soles. Mira, con cincuenta solcitos, podrías comprarte una blusita decente ahí por Gamarra. Sí, la dirección te la ubico en un toque, a ver. Listo, anda ahí antes de las seis, porque sino se llena ese lugar y te pueden robar. Ahí si te cagas.

Más suerte la tuya, por todos lados: Se Necesita Vendedora, Se Necesita Jaladora, Se Necesita Recepcionista, RAZÓN AQUÍ. ¿Qué hace la jaladora? Tira pues cojuda, tira con todo el mundo. Te me haces la taba, encima. Bien ahora pregúntale al señor, si podrías entrar como….Vendedora, tienes que darle con eso. Pero no, mejor primero cómprate la blusa que te dije. Treinta soles; regaladazo,  te queda para tu consolador incluso. 

-  Señor, vengo por el anuncio. – llévatelo pues, si te gusta jajaja. Bueno ya hiciste algo.

-   Aquí los horarios son fuertes eh.- te dijo el señor, que no era el dueño ni cagando.

Algo que resonó de la tienda de pronto te turbó. Un hombre de cuarenta años, alto y de ojos café te sonrió, te saludo y agregó que “Necesitamos a nuestra vendedora urgente que ya abrimos otra tienda, mucho gusto soy Piero” Claro, buenazo, platudo, sí todo eso; pero primero fórmate bien, habla bien y no como cojuda, porque sino vas a ser un polvo más.

Cojuda, ha pasado un año y te casaste con el Piero Beltrano. Chadesumare. Y qué raro, porque no te embarazas. El tiempo, sí sí, el tiempo que te para metiendo la…No ahora eres una señora y todo debe ser para bien, hasta tu conducta. Que te van a poner un chofer, ahora que él se fue de viaje a China, que curioso. Pórtate bien nomás. Y eso que no usaste tu carta de recomendación.

Que bien que estás, formadita, culona, con tu cabello natural pero bien tratado. Con tu casa, tu marido, empleados, una perrita juguetona. ¿Eres feliz? Sí, cojuda. ¿A quién le tienes ganas? Que pendeja que eres como que con Manuelito, después del almuerzo y en el Stand, es el colmo. Ah , un mes antes de tu boda. Bueno, te disculpo total a cualquiera le puede pasar.

¿El chofer no es el zambo ese que te iba a ayudar para trabajar en el banco? Qué suertuda, ni que ocho cuartos, ese pata es casado “  Me separé ya, vivo solo alquilado” “Pero que pena, tu esposa parecía buena” Pero si te había gran puteado. El pata bueno, está tranquilo hace su chamba. Te escucha pero te ignora también. Es un pendejazo.

Vas como tres semanas que te tiras a ese zambo, en el auto, en tu casa, en el cuarto de él pero que es de su vieja. ¿Cómo te gusta la huevada no? Que su mujer regresó  y está desamparada con sus hijos y que el los va ayudar como amigo. Florazo, florazo. Eres una perra. Tu esposo llega pasado mañana. Va a traer un culo de textiles.

-  Señor , Piero voy a ser franco con Usted. El chofer viene saliendo con su mujer y se reporta muy tarde. – informaba el fiel Manuelito.

-  Que infeliz, le daré una oportunidad más. Pero sólo porque no sabemos si ellos han tenido algo más intimo. – respondió indignado pero a la vez triste, don Piero.

No se te viene, creo que ahora sí te cagaste. Porque, para mala suerte tuya todas las veces Piero se ha protegido. Que el doctor te dijo un mes de embarazo. Sonaste. ¿Qué pasó? Se acaba de creer el cuento que es de él. Ah perfecto entonces. Te acabas de dar cuenta cómo te has puesto ahora que tu hijita la morenita ha cumplido sus cinco años.

Te descuidaste, totalmente de todo. El ni te mira, ni saluda a su hijita. El zambo, está en Lurigancho porque participó en un secuestro. Su señora era integrante de la banda, pero bueno no está nada mal tu vida. Te acabas de divorciar, te están mandando una pensión regular. Tu mami ha prosperado como contrabandista y ahora quiere conocer a su nieta, más morocha que mandada a hacer. 

Todo está en la actitud. Acabas de iniciar un negocio, te va hasta el culo, pero perseveras. ¿Volver a estudiar? Y con quien dejas a tu hijita. Felizmente no faltan vecinas buenas, “Hasta que llegue su abuelita” (La abuelita más parada que tú). En la puerta del instituto alguien te recibe con un abrazo, es tu profe que ahora es director de estudios. Te ve hasta el culo y te presenta a su novia, una chibola recontra simpática. Hey mira quien acaba de recoger a la que será tu nueva compañera, la modelo Vanessa Illescas; su novio el gran Piero Beltrano y todas suspiran por él. Hasta tú, pobre pero feliz cojuda.

Santa Eulalia
15 de Junio del 2012

VII – No 4 sino 5


Zeiyha ya se había percatado de las miradas que dirigía la joven dependiente hacia su hermano. Entonces ella súbitamente se dirigió hacia ellos. Con una sonrisa previa, le solicitó su opinión sobre la comida que les había servido.

-Pues mi hermano supo elegirla bien. Te diré que me agradó su sabor.
- Me alegra saberlo, aunque ya estaba preparada para otros tipos de respuesta. – acotó la mesera.

Jerry también estuvo preparado, para cuando su hermano le habló que faltaba un hermano más. 5 Johnson’s de una nueva generación estaban trabajando aunque en distintas partes. Pero, ¿de quién se trataría? Después de Zeiyha, Larry y Dant, junto con él, era inaudito suponer que había otro hermano.

Pero ni el mismo Zeiyha lo sabía, quizás porque se habría enfrascado demasiado en desarrollar sus temas científicos. Pero definitivamente, se trataba de un miembro indispensable para la organización de hermanos que querían consolidar, así como para los proyectos. Entonces, ambos se miraron sorprendidos una vez más, hasta que Jerry dijo “Bien sigamos entonces con nuestros temas, ya nos ocuparemos de él”.

Escena del Crimen


Cuando el curaca ordenó que se levantara el cuerpo occiso del chasqui, algo del rostro del soldado, pareció desencajarse de pronto; se trataba de un amigo suyo y desde su infancia.

En la escena del crimen, sólo estaba el cuerpo entumecido por el frío, de aquel que llevaba consigo encargos y encomiendas pequeñas, para el regimiento de defensa. Y es que las tropas incas iban acercándose cada vez más.

-Así, que aquí está el chasqui.-identificaba el segundo soldado.
-Que nuestro padre y creador del tiempo, lo pueda acoger para siempre. -Oraba en silencio el amigo.

En la escena del crimen, dos soldados se disponían a embalsamar al noble chasqui, bajo la guía de un médico de los pueblos del sur. Pasaron cerca de aquella piedra que había terminado con su vida. Esa piedra que había sido empujada por alguien, rodando a través de los Apus. Las huestes incaicas que pretendían llegar a sus pueblos a toda costa. Dotados de ese poder incierto, que parecía invencible, como el mar.


Chosica
18 de Junio del 2012

Alguien nos llama. Su voz es ondulante como el clamor de una campana. Ella no sabe que lo ocurrido no fue por su culpa. El encargo de manipular sus ideas ya estaba predefinido por mi oficio de exorcista. Pero bien, ya no formaba parte de la Iglesia.

Ahora me dedicaba a las curaciones metodistas, invocando ángeles, empleando hierbas; orando, implorando con mucha fe y esperanza (que es lo último que se pierde). Empero, esa voz persiste y se esconde en mi entorno, como una bendición en medio de las tinieblas. Un ángel herido que se ha apoderado de esa mujer.

VI - Una Cena sin Precedentes


1 
Pueblo de Ikatanumbi – 9:00 pm.


-Perdone la demora, tuve que responder muchas preguntas.
-No hay problema Zeiyha, veo que tu vida de maestro te toma mucho tiempo.

Y Jerry estaba en lo cierto. Mientras el joven profesor iba haciendo la orden (ya había elegido el local muy de temprano), él iba analizando las posibilidades de enseñar. Biología o microbiología, disciplinas donde le fue muy bien. Pero en cuestión de darse un tiempo, no era del todo favorable que digamos.

La orden de Zeiyha consistió en una ensalada especial, muy nutritiva. La ración de carbohidratos estaba a cargo de un cerdo tierno. Era costumbre en Zaire que en las cenas, se ordene para el invitado. La Cena se veía exquisita, empero la disposición de los ingredientes, tenía mucho de peculiar.

Fue así que luego de una inocente sonrisa de Jerry, se daría inicio al ágape de ambos hermanos. El restaurante que había elegido su hermano, emitía unas luces extrañamente bajas. La mesera y sus constantes miradas hacia él, parecían intimidarlo.