jueves, 17 de diciembre de 2009

Dios, Una Boda, ¿Qué es el final?


Ha transcurrido un año desde que termine el PHD en Londres, mis padres para aquel entonces ya vivían conmigo en Copenhague. Mi productividad y mi capacidad de negociación habían cambiado la forma tradicional del servicio hotelero. Incorporamos el concepto de la mística (Equipos de trabajos con reuniones alegres de trabajo cada inicio de semana), habíamos consolidado la imagen de asociación con nuestros trabajadores, mis antiguos compañeros de trabajo pasaron a la planilla de la empresa, mejoramos los incentivos con viajes, cursos de idiomas para los hijos, becas, etc y finalmente promovimos diez fusiones-incorporaciones con empresas hoteleras de tradición que habían perdido vertiginosamente su participación de mercado.

A mis 27 años había aceptado con el mayor de los compromisos la dirección ejecutiva internacional, aquí se le conoce como CEO. Mis padres más orgullos que nunca, lloraron de la emoción por un día entero. Luego de mi nominación asistí a una importante cumbre de negocios. Fue ahí donde conocí a Rosalie Tonnsmann, una bellísima franca-suiza con la que cultive una linda amistad de un año, hasta que me dije “Dios una familia.”Rosalie tenía pensado asumir una presidencia ejecutiva en su empresa minera, pero aceptó mi propuesta de matrimonio manteniendo su altísimo cargo comercial.

Termino la llamada con noticias en Hong Kong y reanudo la conversación con mi padre. Felizmente mamay está bien, vendrá (Gracias a Dios) con sus dos hermanos a París, donde será la boda. Rosalie me pregunta “Alors mon amour, ¿qu’-est ce-que c’est le finale?”, luego de acariciar su rostro con mis manos y mi sonrisa, le respondo “Le finale ne existe pas, seulement est dans notre sommeils, comme un ultime astre”

La Ninfa Herida



Yo no hablaba francés por aquel entonces. A lo mucho un par de “ah oui”s con sus “merci”s. Y era todo cuanto humildemente pude captar de las tantas películas que pasaban en cable en mis aburridas tardes.

Al tenerla frente a mí esa noche, acompañada por un sujeto y otra sujetada a él; sentí lástima. Lástima por la noche, por los sujetos y por el cuerazo que estaba frente a mí y mis ojos anhelante de protección.”Bonjour” me acordé milagrosamente, aunque muy mal porque eran las diez de la noche; su sonrisa me dio esperanzas. Acompañé a los tres hacia el paradero, no sin antes hacer vistas por si llegaban taxis y presenciar de paso las enormes caderas de mi Ninfa herida. Así llegamos hasta el cruce con la avenida la marina.

No recuerdo que más ocurrió esa noche, cuando desperté me encontraba en la costanera con el torso desnudo y cerca a mí unos paquetes de preservativos. “Me doblé “pensé, porque estaba cerca de la avenida la paz donde viví, pero me di cuenta que estaba en mal estado. Llegué a casa y para mi suerte estaba mi hermana (y su enamorado), estaban ocupados así que me evité fuertes llamadas de atención.

Al poco tiempo, quizás por la anécdota, me inscribí en la alianza. Los dos primeros meses fueron muy divertidos. Al tercer mes, me tocó por maestra a mi vieja amiga de la avenida universitaria. Aún conservaba uno de los paquetitos de preservativos, como recuerdo. Cierta vez se los puse junto a mi examen final, con una pequeña nota BONJOUR (10:00 pm).Siempre he sido modesto, mi cuñado lo sabe muy bien; pero desde que tengo a la mujer más bella y ardiente de Bélgica que habita en Perú, me he convertido en el hombre más cansado y distraído de la clase.

Y ese Terno

“Me lo dieron en el trabajo mamay, hoy me ascendieron” Se que no entendería ese último término pero su corazón de dos veces madres le motivó venir hacia mí con profunda alegría. Recibí uno de los mejores lonches de mi vida. Papá llegó más tarde y con él tuve que dar detalles, “¿El presidente, Dios santo que buena experiencia te ha tocado vivir hijo, felicidades?”.

La experiencia se alargó en los dos años siguientes, cuando conseguí un nuevo ascenso. Pero tenía que salir del país. Mis padres, después de la alegría de mi graduación, se toparon con esta noticia. Casi los pierdo por la fuerte impresión.

Yo siempre me he comprometido con mi trabajo. Es mi vida estar en contacto con las personas, escucharlas y ayudarlas. Ya podría comunicarme perfectamente en cinco idiomas. Siempre estaba en las juntas de directorios más importantes. Cierta vez tuve que negociar unos auspicios con una aerolínea a fin de que pueda ir cada fin de semana a casa de mis padres. La segunda semana consecutiva fue una gran sorpresa para ellos. Había quedado bien, como hijo ascendido.
Si al menos tuviera una forma de llegar a su tiempo y a su voz. Si pudiera suponer que sus instantes podrían encontrar la calma tras una dosis de mis caricias. Ella simplemente, su existencia, me viene inquietando como una Pandora infantil. Yo me supongo que soy yo mismo. Yo me supongo que he tratado de reírme de mí mismo. Para alegrarle.

Para al fin suponer, para al fin morir un poquito dentro de ella, por tanto como es ella así dejara de ser ella, aun por asimilar algo de mí. Si al menos tuviera una forma de llegar a su tiempo y a su voz. Si hubiera aprendido a suponer, entonces sería mejor que sus tantas pastillas.

Seguro que se Trata De Mí


Un poco más y el presidente ejecutivo me llevaba de la mano. Yo estaba asustado. ¿De qué oficina hablaba? ¿Se trataría de una sorpresa por mi cumpleaños de una semana atrás? Llegué a una oficina que llevaba un letrero pequeño, decía “Relaciones Externas”.

-Señores.-Tomó la palabra el presidente.- A partir de hoy el Sr. Polo, trabajará con ustedes.
-Señor gracias, pero…-No pude decir más porque una lluvia de aplausos me interrumpió hasta el borde de la emoción y las lágrimas.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Ojos de Marte



En una vieja casona de Cabo Cañaveral, cierto niño de tez oscura encontró un viejo fajo de escritos que provenían de quizás dos siglo atrás. Llevaba por título Ojos de la Luz Roja. Cuando lo llevó a casa, le pidió por favor a sus padres, quienes sabían leer, les relatara lo que decía. La madre, ocupada en las tareas del hogar, se lo encargó al padre.

“Cuando habitamos la Luz Roja, muchos de nuestros padres se sintieron frustrados, por cuanto nos advirtieron de la descomposición del universo y por ende de Luz Roja. Nosotros estábamos felices de iniciar un nuevo pueblo, muy distinto al milenario Fuego Azul, del que se decía era habitado por una especie de insectos bípedos, aunque no tan evolucionados como nuestros padres…”

De pronto el hombre de cincuenta años se estremeció un poco, se suponía que hablaban de él como de sus esposa y su hijo y sus vecinos y los yankees y todos como él. ¿Qué era esa historia?”Mi compañera aún sentía lástima por sus hermanos pequeños, Verás que aquí las cosas cambiarán. Pasaron cinco lunas cuando distinguimos un gran arroyo de hidrógeno fluido. Con satisfacción nos proveímos de aquel líquido, no sin antes acumular algunas reservas de su gas. Los primeros habitantes de Luz Roja, presenciaron con profunda pena como los vastos ríos se iban secando por falta de acumulaciones de gas. Nuestras capas dérmicas, a diferencia de ellos, podría almacenar gas a manera de reservas” La madre miró algo sorprendida a su esposo y aún más a su hijo que había dejado los tres cuartos de su pan del lonche. Se animó a inquirir si estaban hablando de la especie humana.

“Nuestros hermanos mayores se preparaban para ser padres. Sin embargo, sus hijos murieron al abrir los ojos. Esto se hizo mucho más lamentable, cuando nos tocó a mí y a mi compañera el presenciar el fin de nuestro primogénito. Una especie en formación, asimila las características de su medio. El pase de las brasas sobre las otrora primeras criaturas de Luz Roja, no fue el de siempre, esta vez las llamas emanaron un gas distinto que cubrió el cielo de una capa blanquecina. Para nosotros la muerte muchas veces era simbolizada por ese color. Era muy extraño. Así pasaron miles de lunas y mientras envejecíamos, íbamos agotando las esperanzas de obtener descendencia. Estábamos tan solos, nuestros padres ya habían muerto en nuestro planeta madre. “
“Muy pronto requerimos de expediciones y elegimos el planeta de Fuego Azul. El más sabio de nuestro clan tendría la misión de favorecer la procreación de especies en dicho planeta. A las doscientas lunas nació la primera especie de Luz Roja en dicho planeta. Las células madres fueron devueltas a su habitante, por supuesto. Cuando vino el primer hijo de nuestro planeta, notamos su lozanía y fortaleza. Lamentablemente cayó mal en una de las estaciones de fuerza solar y murió no sin dejar secuela en nuestro especialista de expediciones. A las cinco lunas el también murió. Llamo la atención que la combustión de sus cuerpos al infinito, expuso un humo rojo, como el de nuestro planeta.”

De pronto la tranquilidad del hogar se vio afectada aún más por el relato, ahora toda la familia se dispuso a ser parte de la historia.”Nosotros seguíamos en pie, no es correcto decirlo, pero las predilecciones solitarias del explorador impidieron que la enfermedad se propague. Llegamos a una conclusión y era de que no podíamos seguir habitando Luz Roja. Esta vez enrumbamos a la tierra, se me encargó entre otras cosas llevar la bitácora. Aprendimos un idioma llamado inglés que usábamos para nuestras metamorfosis, muy pronto cada uno de nosotros fuimos padres nuestros hijos, empero no tenían la habilidad de la metamorfosis; murieron muy pronto de hambre.”
“El consejo aprobó nuestra reproducción con las especies de sangre caliente que habitaban la tierra. Yo elegí un ave gigante. Muy pronto uno a uno de nosotros vio extender la especie de Fuego Azul por todos los espacios del planeta. Los seres humanos nunca percibieron esto. Cierta vez intentamos ubicar a quien prestó sus células madre, al explorador que tuvimos. Bajo nuestra forma original, uno de nosotros captó su estructura humana y se reprodujo con ella. “

“Todo resultó exitoso, muy pronto ellos desarrollaron plenamente las capacidades humanas. Muchos de ellos emprendieron hazañas fascinantes en busca de nuevos planetas y civilizaciones, sus naves espaciales eran sofisticadas, pero cumplían su cometido. Uno de ellos un muchacho de tez oscura que sin saber, en esencia, me acompañó luego de que di sepulcro a mi compañera; inició una amistad conmigo al tiempo que practicaba sus vuelos. Tarde o temprano antes de que parta a las estrellas, verá mi verdadera identidad y podrá dar cuenta de que nuestra misión ha concluido por cuanto fui el último sobreviviente de esta larga lucha por querer habitar un nuevo planeta. De seguro pasará un susto enorme o quién sabe, sus ojos se apiadarán tanto de mí que acabará con mi agonía, como ellos lo saben hacer muy bien.”

El hombre no contuvo más sus lágrimas y extrayendo una vieja foto de uno de los cajones, miró al cielo y exclamó perdón, por haber dado muerte aquel enorme insecto agazapado en el huerto. Era su viejo amigo indio Ojos de Marte.
Nos gusta equivocarnos. Cuando elegimos pasar la noche juntos, cuando nos vestimos antes de que llegue mi madre, pero que nunca llega. Hemos aprendido en estos tiempos de encuentros que es elemental el espacio para la intimidad, aunque nuestra escuela de valores nos pegue el viento en la cara con los favores del infierno.

Es elemental y exquisito. Como la vez que nos untamos el cuerpo con grasa de abeja y terminamos probándonos hasta llegada la noche. Nosotros, como te vengo diciendo, somos seres únicos, capaces de asimilar el amor como ninguna otra bestia. Las bestias son el común, nosotros somos el deleite, la ventaja, el poder y la adrenalina infinita; hasta que llega mi madre, tu esposa.

Alguno por casualidad


Tamara se había casado con el segundo de sus jefes. Estaba hermosa cuando la vi en su matrimonio. Estaba con mi traje de trabajo. De regreso al resort, como siempre me gusto llamarlo, noté muchas caras tristes. El destino de la compañía se iba a decidir, en una fusión. Nadie sabía si se mantendría la estabilidad. En ese momento de tensión, alguien solicito un auxiliar en el centro de conferencias. “Qué clase de consultora es al no tener otro interprete”. El presidente ejecutivo, estaba furioso. Había arrojado su vaso de agua al suelo, al enterarse que el contrato con la consultora de relaciones exteriores y comunicaciones, no incluía servicios de interpretación. Dos ejecutivos franceses y un alemán llegarían en dos horas.”...Señorita Hamman, en estos momentos no interesa si el cliente es vip o no, necesito su ayuda y su lengua materna para poder aquietar esta situación, si desea que continuemos en esta compañía” .Cuando colgó el teléfono, pronunció aquella frase que cambiaría mi vida “Alguno por casualidad, habla o conoce a alguien que hable alemán.

Seis meses atrás que había dejado de ser un tercero, con tristeza le dije a mis ex-compañeros que estando ahí, pondría mi hombro para la compañía. Asociado, como solían llamar así a los trabajadores; salude a los presentes y me presente ofreciéndoles mi ayuda. Antes de que las miraras de los ejecutivos, uno de ellos de mi primer entrevistador, me siguieran devorando, el presidente me estrecho paternalmente la mano y llamándome por mi nombre me invitó a una de las sillas.”Si no fuera mucho pedir, nos gustaría que tomaras nota de nuestras principales inquietudes”. En una hora concluimos con las preguntas. A la media hora me gané el derecho a voz y propuse mantener ciertas posturas. Al cabo de dos horas di una agradable bienvenida en francés para sorpresa de todos los asistentes. Uno de los ejecutivos alemanes expuso la situación de la compañía. En sí no entendía muchos términos empresariales, a lo que felizmente me ayudo los cuadros. Al finalizar la reunión, se firmó la incorporación de la compañía a una de las más grandes cadenas de hoteles cinco estrellas europeas. Cansado del terno me propuse a despedir al presidente, quien estaba muy satisfecho.”Un momento, seré yo quien le acompañe a su nueva oficina”

Tu cuerpo



Tu cuerpo lleva mucha miel, no sé cómo. Cada mañana al despertar se me van los desayunos de solo verte y pensar que esa esencia proviene de ti. No me importa tus Que ansioso eres, tú me colmas, tú me satisfaces, tú me haces quedar dormido en la oficina, tú me haces perder clientes y participación de mercado a la compañía que nos paga el departamento y el entrenador de Pepe Lucho.

Tu cuerpo lleva mucho de mí, y tú lo sabes muy bien. Me encanta tu forma de decir Una vez más, tu respiración de minerales, tus venas radiantes de amistad, tus desayunos apurados, tus nudos infatigables, tu sexo incontrolable, tus ojos infinitos de maniático y de filántropo de perros callejeros. Y por sobretodo, el peso de tu vida.

Año de esfuerzo


Una llamada en Hong Kong, sorprende a mis recuerdos. La nueva filial, el sueño de cientos de mis ejecutivos es realidad. Un ansiado ascenso, un cambio en sus vidas, en su status ha comenzado.

Cuando conté de mi determinación de trabajar de auxiliar de limpieza a mis padres, me aconsejaron sobre cuestiones de humildad y ganarse la voluntad. Yo estaba convencido que llegaría lejos, como sea; así pasaran años. Mi enamorada en cambio, no estuvo de acuerdo conmigo. “Eres un incompetente, así pensabas luchar”. A las dos semanas terminamos la relación.

Pasó un año y ya me había ganado el aprecio de todos. Era el más joven, el que motivaba a quienes eran padre a que cumplieran esa misión de formadores y líderes para con sus hijos. Cuando conocieron a mi abuela, mi madre, se emocionaron mucho. En la universidad se abrieron cursos interesantes que coincidieron con el horario de mi tiempo libre, pasado mi turno de ocho horas. Había concluido dos semestres de alemán y francés, en modalidad de alumno libre o invitado, cortesía de mis dos maestras. Me gustaba mi trabajo, porque me daba la oportunidad de comunicarme hasta en esos idiomas. Mi inglés autodidacta iba bien, mi análisis y mi aporte motivacional de vocación, excelentes. A los seis meses, fui incorporado al Hotel Resort, con los beneficios del caso. Ese fue el balance de aquel año.

jueves, 22 de octubre de 2009

La Mañana de Sabine


Nació en Lima, en Dormund y en Varsovia. Imaginaría que aquella mañana del veinte de diciembre de un año parecido a este por las cifras, dejaría Sabine este mundo.

Yo la acababa de conocer vestía siempre una chaqueta roja y unas gafas extrañas que me recordaban mucho el color de las lagartijas por la noche. “Eres español , ¿verdad?” “Genau”. No había chica más dulce y risueña que Sabine. Tenía veinte años, unas caderas desquiciantes, unos ojos bellos que de seguro transcendían más que a la primera vista.

Llevamos juntos el curso de introducción al cine. Ella amaba a Truffaut , en cambio yo contemporáneo, simpatizaba mucho con Polanski y Lynch. Ella me comentó que tenía un sueño, filmar una película donde sería la única protagonista. “¿Y el tema?”, le pregunté en mi alemán raro. “Una muchacha polaca de familia y que al ver a su nación invadida, decide acabar con su vida.”

Sus consultas, sus preguntas y hasta sus escritos apuntaban a ese proyecto. Una noche me invitó a su departamento, me enseñó gran parte de sus trabajos. “Quiero tus críticas” me dijo, yo sólo tenía besos. Terminamos haciendo el amor como dos salvajes en el sillón. “No vayas a tomar en serio esto, te advierto”. Esperaba algo distinto a su personaje. Le va costar mucho, pensé. Yo opté por no verla más desde aquel día. Estaba dolido.

No volví a saber más de ella, por cuanto nuestro último incidente ocurrió a vísperas de que terminara el semestre académico. La última vez que la aprecié por el facebook, estaba rodando junto a un polaco que acababa de conocer. Llegó aquel veinte de diciembre y una docena de personas viendo a Sabine arrojarse desde una torre a un acantilado. Era lo que llamaba la supremacía, el clímax de un niño salvaje. Lo había logrado.
Nunca me agradó el río, tampoco su sonido de solo cruzarlo por la noche llegado ese momento. La noche sobre el río es trepanadora, de noche sobre un río es desquiciante. Cierta vez decidí vencer ese temor.

Primero conseguí una enamorada y decidí elegir un mirador como punto de encuentro. Luego del amor venía una vista al río. Imaginábamos suicidándonos arrojándonos a sus aguas sucias; hasta llegábamos a filosofar sobre sus corrientes.

Finalmente intentar una visita a otra chica, que implicara el pase sobre un puente. Ahí comprendí que era imprescindible tener una o dos mujeres en nuestras vidas. Porque cada mujer es un temor menos.

La Entrevista

La entrevista fue a los dos días. Estaba nervioso, necesitaba ensayar lo que iba a decir. El puesto era para practicante. Entendía que no me alcanzaría para los pasajes. Comencé a responder cada una de las preguntas, fui sincero en todo momento.

-Bueno en los próximos días estaré en contacto con usted.
-Gracias. –Le dije, en tendí que eso era un despido.

Camino a la calle pensaba en mis errores, los iba anotando. Conocía la salida. De pronto vi un letrero que decía que se iniciaría un proceso para reclutar personal de limpieza. Pregunté a uno de ellos y le conté mi caso. Me indicó que era bajo modalidad de contrato y que pareciéndole bien, comenzaría la próxima semana.

No estaba feliz, pero sí optimista porque sabía que podría hacer carrera en ese service, aunque sirviendo a una empresa hotelera. Cuando llegué a casa, le conté de esto a mis padres, ellos no comprendieron mucho. “Trabajo es trabajo” “Así es papá”.

Alguien Llama

Era la última vez que recibía de sus labios esos suaves besos. La última vez que escuché sus te quiero, sentir sus abrazos; sabía que me iba a doler demasiado, que no resistiría mucho tiempo sin ella.

-Hola Javier- Me interceptó mi secretaria. –“Hola Juana, ¿alguna novedad?”
-Ninguna, aunque anoche llegó un sobre, lo dejé en tu escritorio.

El sobre traía en su interior una carta. Llevaba la firma de ella; entre otras cosas decía que me amaba y que si había decidido viajar de esa manera tan sorpresiva fue porque se trataba de una oportunidad. Yo destruí la carta, suficientes pensamientos me aguardarían durante las sesiones laborales. Era lo que necesitaba.

Tamara


Lucía hermosa, era su primera entrevista y la primera vez que la veía así. Con el orgullo de un enamorado primerizo, me acerqué a ella y le regalé el más puro e inocente de los besos.

Cuando regresó de aquella sesión, se mostró algo decepcionada por una de las preguntas que le hicieron, algo del futuro y así otras como sus defectos y logros. En un momento quise tomar nota de todo ello, pero opté por escucharla y le animé a perseverar.

-¿Cuándo es tu entrevista?- Me preguntó, luego de besarme.
-Lo anoté por ahí, creo que es mañana -.Le dije algo preocupado.
-Ahora ya sabes lo que te puede esperar.
-Sí, gracias. Ojalá me vaya bien.

La noche se acercaba y esta vez el deseo de estar en aquel lugar, se hizo más fuerte.

martes, 15 de septiembre de 2009

El Rock de tu Alma


De entre todos los motivos por el que decidí matarte hay uno que nunca dejó de conmoverme. Te habías apropiado de mis discos de vinilo. Yo siempre te los mencionaba y tú nada, ni caso. No quiero pecar de indolente, pero sé que los tenías para darme la contra.

No era justo que procediera de esa manera, tampoco tuve siempre la razón. Cada vez que terminábamos de cambiarnos, optabas por llamar a tus amigos, para consultarle que iban a hacer y si tenían planes. Yo en cambio tenía que trabajar para mantener a mi madre, a mi hermana embarazada, mis gatos de mascota y por si fuera poco; a mí.

Para el primer año luego de habernos casado, habíamos entrado a la más profunda miseria. Con paciencia, pude lograr mi ascenso, a los pocos días. Pusimos una bodega a cargo de mamá y mi hermana. Recuerdo que siempre te quejabas de que los buenos días de los vecinos, siempre iban a mi madre; esto era para mí ridículo.

Cuando las importaciones chinas hicieron estragos a la comercialización. Hubo cambios en la fábrica y terminé siendo despedido, con goce de una liquidación. Cuando te enteraste, te pusiste como loca y te querías separarte de mí. De ahí comenzaron a desaparecer mis reliquias musicales. No pude soportarle más, y después de haber tomado clase de manejo, me hice taxista.

Esa noche decisiva, estando yo en Barranco; comprendí que estaba marcado para lo soledad. Al poco tiempo opté por espiarte. Te había visto besándote con otro hombre, en una actitud más que sugestiva.

Para cuando elegí ese día, ya me habías pedido que te llevara al cine y que luego pasara por tu tío Freddy. Así transcurrieron muchos instantes hasta que acabé tu vida con ayuda del correo chat. La clase transcurrió y todo daba a entender que se trató de un accidente, aquello que volaras diez metros por los aires, producto del despiste de un auto (del auto de tu esposo) o de la acción de un borracho loco, un borracho loco como tu esposo fugitivo.

Teatro Pobre


Llevados por el frío y el fin de las historias. De pueblo en pueblo con el ánimo de poder llenar sus bolsillos, sus estómagos y sus viejas ollas. El mayor de todos los actores ensayaba nuevos cantos, Felipe en cambio practicaba algunas escenas, porque comprendía que tarde o temprano aportaría un pan a la familia.

Por la noche Alejandra, Felipe y Mateo, motivados por el deseo de ser grandes como sus padres o tíos, salieron a la plaza. La niña y Felipe se animaron a ensayar sus escenas. Mateo en cambio se puso a jugar con el sombrero del papá que extrajo; cuando pasó la gente. Justo, el padre de Mateo, encontró a los niños tranquilos ensayando en la plaza. Al notar que el sombrero se llenaba de colaboraciones, comprendió que el pueblo prefería ver más realismo y naturaleza, que arte.

Por la Noche una Esperanza

Antes de que decidiera acostarme recibí la llamada de Yamilé, mi compañera de estudios generales de la carrera de comunicaciones, “Espero lo hayas muy bonito” el teléfono se sentía muy acogedor “Gracias, hubieras venido” “Me hubiese encantado, pero tenía mucho trabajo. Lo haré pronto”. Tuve la impresión luego de colgar el teléfono, que quería hacerla mi enamorada.

Por la noche, pude escuchar el diálogo de mis padres. Entendía que se trataba de algunas necesidades.

-Como me gustaría vivir para ver aquello.
-Madre, a estas alturas opino lo mismo. Pero hagamos un esfuerzo más. Pondré todo de mi parte y te enorgullecerás de verme trabajar una vez más.
No quería escuchar más. Luego de que una lágrima terminara de caer, comprendí que no debía esperar más.

Cuento de la Selva

Un sapito tímido cae a un charco de lodo. El tiempo y el color negro de sus aguas aumentaron la desesperación del pequeño anfibio. Pasaba muy cerca un niño y al ver la extraña criatura del lodo, lejos de asustarse, se dirigió a él a examinarlo. Al notar que se trataba de un sapito, lo tomó en sus manos y se dirigió a la laguna más cercana, donde lo liberó.

El sapito muy contento, se dirigió a su cocha. Al llegar por la noche fue en busca de su madre, quien lo recibió aliviada pasado el gran susto. El sapito prometió ser obediente y acompañó a su progenitora durante los días de su juventud.

Pasaron Dos Años

Cumplía veinte años. Un modesto pastel, una nueva chompa y una camisa como regalos, venían a mí junto con dos prolongados abrazos. Contra lo pronosticado había podido estudiar dos años con la ayuda de una media beca obtenida desde el primer ciclo. No esperaba más, por cuanto mi vida universitaria, se impregnaba de artes como el cine, el teatro y la creación literaria.

Por la tarde recibí la llamada de una empresa del sector hotelero. Sería para prácticas, mi primer trabajo acorde los estudios que venía siguiendo. Me sentía orgulloso de mí y del avance que venía haciendo. Más tarde luego del deseo del pastel y de las velas. Me reafirmé a que debía seguir adelante.

viernes, 14 de agosto de 2009

La Frontera

Cuando mi alma decide separarme de mi tierra, cuando el brillo del arte se torna una mirada esperanzadora. Decido entonces emprender el viaje a la capital. Lima y su acceso forman una frontera entre nuestros espíritus. Acaso la tradición y nuestros desvelos, nos enseñaron la forma de cultivar la tierra y la forma de danzar en gratitud.

Concluido el viaje por la tarde, nos topamos con otra realidad. Las calles eran invadidas por la prisa, se veía una actitud que dependía de los pasos de los relojes. Yo quería saber que aquello no era verdad y que esas personas sólo eran fantasmas que no tenían nada que agradecernos por nuestro baile. Comprendimos también que debíamos danzar y pronto.

-Maestro, tenemos hambre.-Reclamó Juan Jonás, el más pequeño de mis danzarines.
-Hijo, llegamos en breve.-Le respondo. “Ellos se harán cargo de todo”.

La dirección era la correcta. No podía existir ninguna confusión. “Don Reinaldo ya no vive aquí desde hace años”. Yo no entendía nada y tampoco quería pronunciar palabra. Cuando oí que uno de los niños murmuró que ya no íbamos a bailar; recobré fuerzas y empuje al joven que salió a la puerta.”Esto no se va a quedar así, verá que bailaremos”. De pronto la puerta se cerró ante nuestros ojos.

-Te dije que no íbamos a bailar.-Dijo el mismo jovencito.”En ese momento, comprendí que aquel ofrecimiento de bailar fuera de nuestras fronteras, era parte de mis sueños. La existencia de Don Reinaldo también se incluía en esa posibilidad.

Juan Jonás encontró una caña y luego de partirla en dos, se la dio a Medellin, el mayor de los danzarín. Sin pensarlo dos veces se fueron al parque más cercano y comenzaron a danzar, aún cuando se morían de hambre. La gente, o sea aquellos fantasmas, comenzaron a aglomerarse poco a poco, como si se tratase de un accidente, presenciando así la danza a la que también me acoplé. La generosidad de aquellas personas nos permitió repetir la función días y semanas más.

Para cuando llegamos a nuestro pueblo, el alcalde nos recibió con júbilo y orgullo. A los pocos minutos de haberme llamado a su despacho, me comunicó su decisión de hacerme Maestro Danzante en Jefe, aún cuando fuimos motivados por ese arte que se impregna de los sueños, rompiendo las fronteras.

Palabras de un Zorro

En la mañana del veinte de mayo de mil novescientos noventa y ocho , un zorro apareció en nuestra cocina. Mi abuela intentó espantarlo, tratando de alcanzarle con unos escobazos, pero nuestros primos y yo dedicidimos hacernos cargo de él; como hombre que somos.

El zorro y sus brincos terminaron de pronto en un cúmulo de arena.Extendiendo la pata sobre el suelo, parecía que escribiera algo. Luego huyó. Con temor nos acercamos al lugar del supuesto escrito, notamos que había echa dos figuras humanas (Como de monigotes). Decidimos no contar nada a la familia, por cuanto nunca nos creerían.

Muy Lejos

Cuando mis compañeros escucharon que mi domicilio de aquel entonces, se encontraba a hora y media de la universidad; pusieron el grito en el cielo. Algunos más bromistas prometieron visitarme con la condición de ser su guía turístico, para el fin de semana.Otras preocupadas , prefirieron que no me exponga a más peligros y viajes y que sólo nos reuniríamos en la Facultad.

Finalmente sugerí formar un grupo de conversatorio. Las reuniones serían cada dos semanas y que el lugar indicado sería en el pequeño parque de la Facultad. Tratándose de trabajos grupales, se eligiría como punto de encuentro el mismo lugar. Y si habría que ir a una casa, aportaríamos todos para los viáticos.

Frutas Para Andrea

Aquella sería la última tarde de luces en Santiago.La carencia de la iluminación era señal de que los juegos continuarían en el cuarto, frente al televisor , sus viejos programas a dos colores y la supervisión de la abuela.

Aunque sus padres nunca entendieron aquello de ser partidarios de unos o de otros, Andrea termina de servir el lonche. Una dama en ciernes y otra en su pre inmortalidad sonrién tímidamente ante una vela que sólo sabe tazas, café y galletas. Más tardes las noticias hablarían de estudiantes, desaparecidos y arena. Más tarde Andrea prepararía su lonchera con las mismas frutas de siempre.

Cuestión de Ahorros

Termino de contar los dos mil doscientos soles y opto por dirigirme a la universidad escogida. La asistenta social me ofrece una serie de beneficios y elegí el segundo, porque quería pagar la pensión pasado dos ciclos y con el convenio de llevar prácticas remuneradas. Yo podría trabajar de lo que sea.

Luego del examen de admisión, comencé a estudiar. Mis compañeros de Inicio de carrera de Psicología Empresarial, eran hasta tres años menores que yo, pero no me importaba.Mi puntualidad se venía perfilando a cada instante , así como mi afán de aprender. Al llegar a casa se entendía que el día había sido agotador.

jueves, 23 de julio de 2009

El Fin de “Mi Amigo el Silencio”

Hans daría el golpe número veinte dos y aquel frondoso árbol de dos cientos cincuenta pulgadas y de casi igual número de edad, se vino abajo.

Los niños tendrían un escondite menos para las noches de juego. Los pájaros ya no reposarían y empollarían como pollos de ser como gallinas. Así era el trabajo del hombre, posiblemente los niños entenderían eso el siguiente año para cuando lleven ciencias naturales en la escuela o bien cuando sigan los pasos de Hans (aunque provistos de motosierra); a diferencia de los pájaros, pollos o gallinas para ser más precisos.

La fábrica de papel se encontraba operando a unas cuantas millas del lugar. Nuestro amigo yacía parcialmente como revestimiento, precisamente las partes que más cuidaba en su juventud; la razón de su orgullo de adulto estacional. Muy pronto el proceso arrojó una muestra, luego otras doscientos cincuenta. La coincidencia fue a parar a una tienda de artículos de oficina, bajo una firma y un sello de calidad, que interrumpió y confundió por una semana de evaluaciones a los empleados.

Cuando Giovanni M. decidió escribir su autobiografía, tuvo muy en cuenta la calidad del papel. Llegado a la librería, se quedó admirado por el color y grosor del papel. Lo compró de inmediato.Cuando llegó a casa voló a su escritorio y comenzó a emprender su obra literaria, una autobiografía titulada “Mi Amigo el Silencio”.

Comenzó a escribir y llenar de frases, expresiones y palabras sobre las hojas. Su cuaderno de ideas poco a poco tuvo el fin que buscaba. Pero mientras recordaba y escribía se daba cuenta que su edad aún quedaba lejos y que poco a poco las hojas se terminaban. Cuando llegó a la página dos ciento cincuenta, apenas había cubierto los veinte cinco años de sus recuerdos. Ahí comprendió que su vida aún tenía para más.

Sin más reparos, y luego de pensar muchas horas, arrojo el manojo de literatura que tomó dos ciento cincuenta horas y lo arrojo a la chimenea.”Que otros se encarguen de mí” aseveró dispuesto a disfrutar un café, en uno de sus nuevos vasos de madera.

Santa Eulalia

Abuela

Llevo a tus niños más allá, donde los juegos se invierten en el cielo azul. Llevo tu tiempo a mi amanecer a hacerme de juegos y material de vida. Pero es en esta cama de vida, donde prefiero apoyar mis logros.

Veo tu recuerdo a una salida helada, el vuelto que buscaba el tío y la honestidad de mi boca. De regreso el microbús, la bella joven a quien cedo el asiento y tú infinita y única, haciendo del tiempo un granito de historia.

La tarde va avanzando como una escalera de plata, los dientes tienden a olvidar. El domingo que se apresta a las misas y a los besos. Más tarde las horas de cine inexplicable, las muestras de alegría tan estrechas e íntimas como un rayo de luz.

Abuela llevo a tus niños más alto, donde un jardín busca renacer, llamarse a la iglesia y jugar al escondite con los años. Abuela creo recibir de ti la libertad y los excesos de la vida, abuela creo en ti más que nunca, de cierto como es el cielo en donde estás.

El Lugar Indicado

Papá me recordaba que había lugares donde estudiabas un año. Yo recordé que el sobrino de don Pascual estudiaba en uno de tres. Pero sabía que también existían de cinco, pero era relativo; algunos lo hacían en menos o más y no por cuestiones de inteligencia.

Sabía que la universidad era lo indicado. Sabía que tenía que trabajar y que tenía que ser mejor que toda mi familia junta. Conocer no era un impedimento para mí. Era mis ansias saber de la manera como un hombre puede ayudar a los demás conociendo tan solo su modo de vida. Ahí tenía que ser sacerdote, psicólogo y padre de familia.

Sabía que en muchos lugares de estudio donde se propicia el facilismo y el poco esfuerzo, se daban huelgas tontas y se perdía tiempo. Así que opté por una particular, de manera que invertiría de mi trabajo, mi experiencia y mi situación real. Gracias vida.

Analizándome

Revisiones del caso, un banco que me describe a la amiga. Un yo divagando, exceso de silencio y me voz atendiéndote al auxilio. Los gatos, la avenida y yo más extraño que una nota del sol.

Mi flauta operativa, el eco de tu voz. Mi amor reinando sobre los cuentos de hadas y unos cuantos años más de tu voz. Tu voz que llega siempre a mi auxilio.

Las costas que me aproximan a la arena. La mirada lesiva de una cebra, rubia y con ganas de creer.

Así es mi delito, mi flora y fauna que me aparta del ser. Así es la costumbre de apoderarme de tu voz y de tu tiempo al punto de ruborizarte. Al punto de conocerme.

El Sabio Llamado Estudio

Nunca me imaginé que idear la etapa de estudios fuera tan complicado. Mi padre me hablaba de ejercer una profesión técnica, de corta duración y aplicable a la vida profesional. Pero yo esperaba algo más, por cuanto me interesaba interactuar con las personas y aprender de ellos. Por mí estudiaría siempre toda la vida. Pero también necesitaba trabajar.

Cuando le pregunté a mi abuelita, sobre que le hubiese gustado que sea, me dijo sacerdote. Eso confirmaba mi afán de servicio. Pero mis aspiraciones eran más breves. En un momento me animé a escribir tres aspectos que me gustaban de mí. Luego escribí cuatro cosas que me gustaba hacer. Por último elaboré un listado de las cosas de los cinco aspectos que más le gustaban a las personas de mí.

Cuando me di cuenta de las dos coincidencias. Revisé un viejo libro de apología a la profesión y encontré mi profesión idónea: Trabajador Social.

martes, 23 de junio de 2009

En Alguna Parte

-Dale es tu última bola.
-Tuach

Eran las siete cuando x-etre me daba el chance de acabar con la última bola de billas. Era la última vez que me dejaba hacer eso. Una voz metálica continuaba el silbido esta vez como de victoria, celebrando el ánimo del deporte y mi buena puntería.

Partimos de París al segundo. Aparecimos en el desierto de Atacama, su nave espacial de modelo Chip-Vio, lo estaba esperando.

-¿Me acompañas?-Me preguntó esta vez en español.
-Esta vez no, como que me esperan. Le dije casi tiritando por el frío.

Al conducirme a mi hogar en unos instantes, aún sentía la persistía del clima.
Aquella noche no pude soñar con otras vidas. Volvería otra vez a la soledad e impaciencia de los amigos .Aburrido de tanto pensar opté por el sueño.

-Anoche te estaba llamando-me increpó Alex, la joven de nacionalidad peruana, con la que hacía el amor.
-Perdón pero tuve algo importante que hacer en París. Le dije en tono decidido, para luego sentir que había colgado.

Mi vida no es lo mismo desde que mi mejor amigo planetario, me comentó sobre el fin del universo. Mis padres me creen loco. Mi tío Efraín me animaba a salir y divertirme como lo hacía antes, aunque en realidad trataba de incluir a Alex. Es así que retorné a mi diario y a mi vieja colección de paisajes del mundo, muy de principiante como llegaría a iniciar en secundaria.

Extrañando Europa y la infinita París, favorita de X-etre, me animé a asomarme por la ventana. Reconociendo un sentir mecánico en mi corazón, comprendí que definitivamente él estaría en alguna parte.

Niebla

Tenemos dos caminos, aunque cercanos, me muestran la solidaridad del tiempo y sus reinos de hojas. Yo elegí cederte el mío y echarme a gatas de este lado que se llama soledad.

Mis padres, separados como andan, están pendientes de mis pasos. La curiosidad es una destreza en mí y me proveo siempre de buenas dosis de conocimiento. Tu escuela no convence en la matemática, ni siquiera en una rama de coordenadas. Tu sonrisa me recibe ahora que aprendo de la niebla. Mis caminos parecen hormigas y recuerdo mis pasos, buscándote.

Retorno a Casa

- ¡Mamita!
-Hijito precioso, qué paso por qué llegaste así de pronto.
-Ya te contaré mami. ¿Cómo está papá?

La postura sutil de su cama llegaba a mi vista conforme avanzaba. De pronto llegaría un abrazo infinito y unas suaves palabra.

-Hijo, cómo te fue en Ticlio.
-Bien papá. He venido a estudiar y a quedarme con ustedes. Me alegra verte recuperado.

Llegada la cena inicié la narración de mi diálogo con don Pascual y mi intención de venir a Lima para estudiar “Es importante para mí comenzar a estudiar cuanto antes don…” Está bien, definitivamente perderé un buen elemento, aunque no olvides que siempre estarás invitado a mi cumpleaños. Mi abuela escuchaba esto con júbilo y aseveró que Dios estaría a mi lado.

No te Distraigas

Quizás me miras porque en el fondo sabes que es la única forma de besarme. Porque con tu mirada puedes probar mi existencia. Tu mirada llega a mí como un recuerdo de saetas.

La noche se define en tanto y surge el llamado de una glucólisis, los senderos de la vida conducen una intervención cerebral en esta etapa del mundo que me impide voltear.

Nacer y Por Qué

Mi vida abordaba la edad de dieciocho años y comenzaba a meditar sobre cómo mejorar la logística de Don Pascual.
  1. Por un lado no existían destinos bien definidos.
  2. Las cargas no siempre se aseguran bien.
  3. No había suficiente equipo mecánico.

Mis pensamientos se abocaron tanto a ese tiempo en el trabajo. Por mi mente cruzaba la idea de empezar a estudiar y emprender algo más adelante. El Perú y su vasta geografía caía como una reflexión existencial, era necesario decidir.

martes, 12 de mayo de 2009

Ciénaga Azul



a GHOL


-Ves tus manos son más grandes.-Me repetía con sus azules palabras. Su voz pasaba como una caricia sobre mí.
-Pero aun así siento que son pequeñas. –Le respondo no queriendo soltar las suyas.

La noche avanzaba lentamente, parecían ser parte de ese paisaje compuesto de árboles y una alta probabilidad de lados oscuros de la fuerza. La tenía frente a mí y no me cansaba de mirarla y preguntarle a mi silencio si aquello era para mí un rostro de amor. Nos teníamos y éramos sencillamente de la noche.

Una madre de familia pasa cerca de nosotros.
-Buenas señora.-Le saluda mi “amiga”.

“Buenas” le dije sin mirarla. Ella parecía seguir los pasos de su vecina. Su presencia le daba otro matiz a la oscuridad, aunque en el fondo éramos del día. Éramos después de la misa, después de la paz. Aunque cuando sus labios nunca se pegaran a los míos. Era mi santa de madera. Y estaba tocando sus manos.

-Es tarde mis padres deben estar preocupados.-Me dijo liberando suavemente sus manos.
-Ok. Para mí también es tarde. Cuándo nos podremos ver.

Con su mirada comprendí que mi pregunta jamás tendría una respuesta. La humilde puerta que la borraba de mi presencia, me indicó esta vez que debía seguir mi marcha. Mis pensamientos se cubrieron de paisajes y recuerdos pasados. Mis libros y su fuerza literaria llegaron a mí como una inspiración tardía. Partí rumbo a casa, pensando que ese lugar era el más abominable del mundo.

Cuando Llegue a tus Manos



a Mami Lupe (i.m)


Los meses han pasado como jugando pero consideré oportuno estos cambios dado que el sol cansaba mucho. Así ha dado paso a una encantadora niebla cuyo origen nos da la idea de un auxilio paterno. Estos meses se han impregnado de ti y cada vez que miro tu imagen, me dices a los ojos como voy.

Las personas no son las mismas, cada vez la prisa los mueve y tienden a descifrar los misterios de Eros. Nuestra fe se alimenta de ti y cada domingo siempre hay un evocar. Invisible y sencillo como iba me torné un grillo, ahora en silencio espero las lluvias y los ejercicios de los gatos, muy atento a tus manos.

La Molina
Mayo 2009

En Lima Todos Hablan



En Lima todos hablan, los niños son felices, lejos de los pumas y las minas. En Lima por así decirlo, estaba el progreso. En eso último no estaba de acuerdo, era injusto centralizar el progreso. Empero qué era esa palabra. Yo lo entendía como dinero. Pero en el fondo era más.

Estaba postrado en la cama, recuperándome de un accidente laboral (Una caída desde una tolva a diez metros) y comprendía que el progreso consistía en disfrutar los resultados de nuestro trabajo, dedicarse a el y aprovechar los recursos que nos daba. En ese sentido recordaba las propinas que mi abuela me daba en algunas ocasiones antes de ir a la escuela, con una felicidad que ambos compartíamos, ella entendía que le sacaría provecho ya sea ahorrando o comprando algo de mi gusto. Mi abuela de seguro estaría trabajando mientras mi padre se recuperaba. Eso es progreso y no necesariamente hablar de Lima.

Origen de las Tormentas


Cuando creí que estarías junto a mí, que llegarías cada tarde como un suave recuerdo de mis postres de infancia y al fin a mis labios. Cuando decidí cambiar mis días por una sola noche contigo. Pero el tiempo concluyó.

-Gracias por el lindo detalle.
-Un detalle de cumpleaños.

Siete años es quizás un levantarse en sueños y rodearse de muñecas. Pero yo fiel a mi arrogancia te dejé escapar a las tormentas y a las dudas del color negro. Tu piel empero recuperó su magia y tu semblante cobró más fuerzas que un pura sangre hecho Corvette.

No quiero ser pesimista, pero aprenderé a mirar como tu a los años, tan y estrechamente tuyos. Origen de las tormentas.

Decisiones


Estando en Ticlio pensaba como la minería y su auge había cambiado las expresiones de los pobladores, volviéndolas magras, monótonas y casi distantes. No sabían más cosas sino su trabajo y eso me parecía terrible. Mi jefe se reía de mis reflexiones. El se jactaba que dentro de poco se jubilaría “Alquilaré el camión y viviré tranquilo. Si quieres te lo puedo alquilar, pero desde ya te digo que el precio es alto”.Yo lo pensé claro, por compromiso.

La mirada de mi padre, su voz expresando un “No quiero que seas como yo” cae en mí en su totalidad. Llevar mi vida por ese trabajo de camionero y a los veinte, que tenía planificado, no era para mí. Observando el efecto de mi hálito sobre la atmósfera fría, opto por seguir ahorrando para luego estudiar.

domingo, 19 de abril de 2009

Cristo por Nosotros

Todos lo ignorábamos, si nos acordábamos que un pan acababa de endurecerse y sólo si había tiempo y buen humor, se lo llevábamos. Crecimos con la idea de que nos asustaba y que perseguía a nuestras chicas para llevárselas a un lugar oscuro, porque para los grandes, ni cama tenía.

Nuestras abuelas lo llamaban Cristo Pobre. Nosotros el Cuco. Pero en honor de la verdad este era un Cristo. Su única defensora, doña Carmela del Prado, argüía que el era diferente, que lo había conocido de mozo y que era muy apuesto y caballeroso.”Que por una mujer se volvió así”. Según mamá, doña Carmela era una cucufata más. Esto comentarían al poco tiempo de sus funerales. Coincidentemente nuestro Cristo había cambiado.

No entendíamos cómo pudo cambiar de la noche a la mañana, cómo una vieja odiosa significaba tanto en su vida. Pero fue la prueba de que la finada no mentía y que si bien Cristo aceptaba nuestros panes secos, era porque había otra persona que lo “alimentaba” bien.

Había pasado un mes sin que supiéramos de él. Extrañamente un hombre muy apuesto hacía su aparición en la mansión de doña Carmela. No supimos si esto guardaba relación con doña Carmela, pero viene al caso debido al enterarnos por este Señor de que nuestro Cristo había pasado a la gloria de Dios. Al poco tiempo nos enteramos de que el misterioso señor había vendido la casa.

Por la noche nos sorprendió una lluvia especial. Ya nos habíamos resignado a que nuestro Cristo se había ido a la Gloria de dios o de segura a otro distrito donde tendría mejores benefactores de alimento. Cuando salí a asegurar la puerta que daba al jardín me percaté de la presencia de un sobre abultado. Grande sería nuestra sorpresa cuando mi hermano y yo encontramos mil soles en efectivo con una nota que decía:

“Por el trabajo de las casi quinientas tostadas de todo este tiempo – Un servidor, Cristo Pobre”
Lucía niega que la historia es interesante, pareciera que quisiera ganarse el pan hablando de historia. En el Perú podría hacerla linda. Aquí todos parecemos historiadores y sólo basta un diario de dos soles. Lucía vive su propia histeria.

En la Antártida, otra Lucía investiga los niveles de glaciación óptimos para asegurar la reproducción del zooplancton. Hacía dos años que había terminado con Marcos, un imbécil puerto riqueño que lo único que pensaba era en que ella estuviera encima de él y dibujando imaginariamente ochos. Lucía arguye que tiene tiempo para todo, al cuarto mes de oscuridad decide enviar correspondencia a Venezuela, desea parabienes y da muchos besos. Más tarde recibiría a Francois su maestro francés de conservación, de seguro harían el amor como dos meses atrás. Definitivamente hay tiempo para todo. Definitivamente todos tenemos un destino que aunque frío o de dos soles nos hace feliz en este mundo de mierda.

Confesiones de Vuelta a Casa

Luego de un motivador desayuno con tendencia a almuerzo y sobremesa, continuamos el camino a Lima. Don Augusto aprovechó para decirme que el futuro de su empresa dependía de su salud y que sus hijos (“Ya los vas a conocer.”) se oponían a que su padre continuara trabajando. “De haber sido soltero ya hubiera tenido mi flota de camiones, pero ya ves mejor es no estar sólo”. A mis dieciocho años no quería saber nada de hijos. Tenía a mi padre y a la madre de mi madre que era como la madre de mi padre cuando murió la madre de éste y mía, cuando murió mi madre.

Estas reflexiones terminaron por acabar mis ilusiones como camionero, cuando don Augusto terminó refiriéndome que le hubiese gustado terminar su secundaria. En ese momento comprendí que lo mejor era animarlo a que cumpliera ese sueño, antes de retirarse en definitiva de su carrera como chofer.”Por supuesto que aceptaría que fueras mi profesor particular”. Haciendo algo de cálculos comprendí que no pasaría más de un año mi trabajo como ayudante.

Serafín

Cuando Bonny se percató que el pesado de su hermano traía un conejo herido, no sólo lo quiso mucho por única vez, sino que improvisó inconscientemente un gloria a dios por la bella presencia que tenía frente a sus ojos.”Te ayudo con él hermanito”.

-Estas loca, puede ser curado.-Le dijo con severidad.
-No importa está lindo, dámelo te ayudo.-Insistió la pequeña estudiante.

El pequeño conejo consiguió llegar a los brazos de una tenaz Bonny. “No te puedo llamar Bugs porque nuestros amigos nos molestarían mucho al decirnos esposo y esposa. Así que te pondré Serafín, en honor de la primera mascota de mi hermano.”El cambio le vino preciso a la pequeña porque terminó con meritos sus estudios secundarios y la universidad como Medico Veterinario. Ese fue un conejo de la suerte y sin llamarse Bugs.

Un Poco de Amor


Cabizbajos , enterado ya de la buena voluntad de nuestro finado cliente, pasaron treinta minutos de silencio hasta que don Augusto me dijo.

-La hija no dejaba de mirarte.
-Bromea, ella lucía muy triste.-Le respondí no sin despegar mi mirada de la vía.
-Te olvidas que tengo mis años, esas cosas uno ya lo domina.- Puntualizó no sin volver la mirada hacia mí.

Posiblemente tenía razón, la muchacha que de seguro frisaría sus veintitrés años, no tenía a quien mirar para tranquilizarse sino a mí. “Nunca tuve tiempo para el amor” recuerdo que fue lo último que le dije a mi jefe antes de cerrar los ojos. Al despertar, ya previo al desayuno, me apresuré a limpiar el espacio de las cargas. Aún tenía el cansancio del día anterior. Me pregunté si la señorita Hernández asumiría la dirección de aquel negocio.

jueves, 19 de marzo de 2009

Cuspanca en mi Eternidad

A mi Mami Lupe

Quienes la conocimos, no encontramos mejor ejemplo de lucha en ella; que vivió por sus hijos sería decir muy poco. Su vida no fue ella, ni siquiera su ser y su personalidad. Su vida fue sus hijos su obra con sus nietos, su casa, su jardín, sus hijos infinitamente hijos. Su fe.

¿Quiénes luchan? Sólo los que lo hacen por amor. Sólo los que saben distinguir una misión de un deber. Luchan con sus llantos, con sus oraciones, con sus golpes, con su cansancio; con una mirada puesta en el inmenso cielo. ¿Qué es la eternidad para ellos? El recuerdo de los suyos, acaso el contacto con las manos de sus manos, el arte salido de las manos de sus manos, el amor cultivado de esas manos y la obra creadora.

Entonces que puede significar la vida para estas personas, tan sólo un medio para servir a su fe, para sentir que se vive y que se lucha y que nada viene caído del cielo como un Maná. Porque vivir es morir como diría Burton, porque vivir es la suma de todas las artes, aun cuando no sepamos lo que significa arte, aun cuando percibamos que los nuestros se aparten o aproximen de ello. Vivir es respirar para ver la respiración de los demás. Una prueba de que ese Superior nos sonríe hasta el alma.

Nuestra existencia apenas transcurre como un río, siempre habrá un mar u otro río. Pero qué rio no se hace débil ante otro y qué mar no se hace débil frente a otro. Quienes luchan, no tienen ante quien doblegarse, son esencias distintas cual estrellas plagadas de universo. Y ante una ausencia, ¿A qué equivale en este mundo? Si somos apenas la billonésima parte de una estrella, somos la billonésima parte de los que se visten de eternidad.

Huarochiri tiene el encanto de su misterio, de sus cerros y los frutos de sus árboles. Aquí la respiración evoluciona a niveles seráficos. Aquí en Cuspanca por ejemplo, el sol alumbrará con mas fuerza, con el afecto de millones de versos y la fluidez motivacional de millones generaciones. Aquí yacen las formas siderales de una diosa que aprendió a ser humano, luchando y amando.
Quiero creer que mi memoria ya no da más. Que el paso de mi mundo ha sido fútil y que no encontraré mas salida. No puedo más el mundo me pesa toneladas y conviene olvidarme quien fui y a qué vine. Total soy gay y los demás no existen.

Quiero a mi madre de vuelta conmigo, quiero que mi padre me vuelva a estrechar la mano y que mis hermanos me dejen jugar futbol nuevamente. No sé porque pido tanto, ahora que sentado frente a apenas dos metros del acantilado, medito por la vida que nunca creí tener. La tarde avanza, el celular no suena, el serenazgo que vigila atentamente el paso de unos glúteos gimnastas. Estoy listo para destruir esta hoja, porque si no la destruyo significará que sobreviví y que Armando apenas se ha retrasado unos minutos para pedirme que regresemos…

Caída del Puente


Pascual Hernández acababa de fallecer, su anciana viuda no lo podía creer aún. A don Augusto y a mí nos sorprendía el hecho de que la mamita no soltaba de su mano un cofrecito, en ese tiempo no era común pensar en las cremaciones y por ende en los cofrecitos, así que sólo había un motivo para quedar pensativo. El puente que comunicaba la Carretera Central con desvío a Carhuamayo, había colapsado. Tres camiones (Un tráiler entre ellos) había sucumbido a las aguas del río Carhuamayo, el impacto apagó la vida de dos choferes y un ayudante y dejado grave a otras cinco personas entre ellas nuestro (Ya lo era para mi primera experiencia de trabajo) viejo cliente.

A los llantos de la viuda, se unía su hija. La mirada de don Augusto me ordenó que las consolara. En nombre de mi jefe les di el pésame. Pasados cuarenta minutos la anciana nos pidió que la acompañara. No soltaba el pequeño cofrecito. En un recinto contiguo al de unos pequeños cuyes (Tenía otro corral donde habitaban una especie gigante), nos entregó el cofre. “Aquí es donde mi difunto esposo colocaba los pagos. Es para ustedes” No lo abrimos por decoro, nos limitamos a agradecerle y venir a la primera misa del finado. “Por el trabajo comprenderá que no la podremos acompañar”. Para sorpresa nuestra, en el interior había quinientos soles de más y una notita que decía “Pago a Aurelio y Hnos. por carga de caoba”. Un competidor que por casualidades de la vida había sido víctima también del accidente.

Pasión Marina


Me cuesta creer que al dormir, dejo de pensar en Marina. Es el único instante en que ella no existe para mí y por ende no la abrazo, no la beso, ni toco y ni penetro. Marina es única y morena es mía y chalaca y tiene unos ojos infinitos de quince años. Cuando la conocí claro, era una mocosa, muy chinche como diría mi prima Sandra. Más adelante Sandra la odiaría a morir primero porque le robó su pareja de promoción y segundo porque le descubrió a ella haciendo el amor con su primo en su cama (Sandra me debía muchos favores, así que entendí que por eso se molestó con ella).

En el aeropuerto todo el mundo espera despedirse de Marina. El security, no obstante comprobar que no había pariente masculino alrededor, terminaría observando las caderas de mi enamorada. Eso fue la última vez que supimos de ella, entendimos que se afiliaría a la armada americana, entenderíamos que aún no hay noticias de ella, de que ha desaparecido, de que se ha enamorado de un jaque o que se ha cambiado de sexo. Porque siempre terminaba saliéndose con la suya.

Camino a Tarma

La mañana agonizaba bajo una suave lluvia a la altura de Casapalca. Don Augusto develando sus supuestos 39 en una sonrisa juvenil, me preparaba para lo que sería mi primera actividad.

-Asegúrate del toldo. Nos detendremos en veinte minutos y tendrás que cubrir la carga.-Terminaría de decir, ya no sonriendo.
-Podremos detenernos tras un camión parecido al nuestro y con la tolda puesta.-Le dije percibiendo a los pocos una nueva sonrisa.
-Por supuesto.-Exclamo un juvenil don Augusto, acaso contento por mi buena pregunta.

El toldo pesaba casi veinte kilos. De no ser por el modelo de Volvo que tenía al frente hubiese tardado más de la cuenta. Cada parte extendida era crucial en la cobertura de la carga; incluso con implicancias en las posibles filtraciones. Faltando cinco minutos para terminar mi trabajo, don Augusto dejaría las dos tazas de café a un lado y terminaría de dirigir mi labor con un “te voy a dar una manito campeón”. Por un momento al complacerme, creí haber heredado su sonrisa.

jueves, 19 de febrero de 2009

Sao Luis do Paritiga


Maíra perdóname que aquí nuestros relojes nunca dan a las nueve horas. Tenemos que correr al despertador porque los descuentos siempre terminan afectándonos el desayuno. Tu invitación me cayó como un desayuno. Sin saber muy bien tu lengua, ya me había metido en esa historia llamada Carnaval.

Te enseñé las cascadas cerca a la ciudad, y tú me hablabas del mar, de Sao Luis. Me hice santo para entender qué querías en el fondo. Mi s ahorros no lo concebiría empero tú lo tenías todo planeado, con amigos, casas, lugares y dinero ahorrado. Pero yo soy un roedor.

Tus amigas deben imaginar que queríamos hacerlo de todas maneras, de seguro hablarías que un novio del vecino país del amazonas, vendría por ti. Pero ese novio nunca había ido a otra selva hecha ciudad. Sería un debut con mucho de guacamayos y samba.

Pero tú me enseñarías y conservarías mi lugar, y no era difícil. Y no era fácil que pueda empacar mis cosas porque primero tenía que ordenar mi cuarto y cumplir con mis trabajos en la refinería y mis cursos de verano por la tarde. Pasada la semana del plazo, yo no tenía cara en dónde persignarme.

Pero como buen actor, no me quedó otra que echarle la culpa , al inefable tiempo.

Ajuste al Tiempo


La prisa de terminar los pendientes, me llevaron al ordenador en menos de un minuto, cuando llegaba a casa. La lluvia y su torrencial me anticiparon el quehacer contra los ruidos y las caídas.

El azul de la noche parecía confundirse con el oscuro traje de mi loro. Mi abuela por otro lado, se divertía con las bromas que daban cerca a las diez de la noche. El sueño llegaba a mí y no me sentía parte de nada. Me puse así a dominio del tiempo.

Don Augusto

Por aquel entonces contaba él con cincuenta y dos años, aunque se aferraba a decir que tenía treinta y nueve. Su viejo Scania seguía la ruta Callao – Tarma – Callao. Llantas, lubricantes y equipos de minería conformaban la carga de su herramienta de trabajo pagada a plazos durante trece años. Enterado de mi afán por convertirme en albañil, se animó a solicitar mi ayuda a cambio de almuerzo y unos buenos soles. Más que la compañía, era descartar que el camión sea sujeto a robo para decisión del asaltante.

Al principio mi abuelita no estaba de acuerdo. Insistía en que tenía aún fuerzas y que podía trabajar por mi padre y por mí. Pero mi optimismo y mi anhelo de conocer la sierra peruana pudieron más. Aquel quince de agosto de 1985, iniciaría mi primer viaje; ya me sentía un hombre realizado.

Una Última Mirada

-Amor necesito urgente esos veinte soles.
-Pensé que el casting era mañana José.-Le dije incrédula.
-Sí pero hoy necesito prepararme. Siempre es bueno antes.
-Ok José ten, pero a las diez me llamas ¿De acuerdo?-Le dije mientras extendía el billete y era testigo de un ligero cambio facial que incluía su mirada.

Anoche recibí la llamada del Doctor Francisco, su pequeño José había partido. El taxi que abordó para llegar a tiempo a las audiciones fue impactado por un bus. José no lo había sentido de seguro. Su padre, a quien tanto el se parecía, estaba destrozado y de momentos sentí que quería estremecerse entre mis piernas.

Calma a las 9:00 am

Mi padre está al teléfono. Hoy en día las llamadas de larga distancia están tan cómodas. Él lo entiende tan bien que llama dos veces al día .En ambos casos de seguro contemplaría el saber algo de mi abuela.

Viene a mi memoria quince años atrás, cuando con lágrimas en los ojos me despedía de el y mi abuela, para emprender viaje a la selva peruana. Tenía dieciocho años y quería ganarme el pan. Como que papá ya estaba muy cansado por su trabajo en la minería. Hacía dos años que perdí a mi madre a causa de una neumonía y como que ver a mi abuela trabajar por mi y mis estudios no estaba concebido. Don Augusto sería de gran ayuda en esta empresa dado que el trabajo consistía en ser su ayudante durante los viajes y se trataban de distancias considerables.