Un poco más y el presidente ejecutivo me llevaba de la mano. Yo estaba asustado. ¿De qué oficina hablaba? ¿Se trataría de una sorpresa por mi cumpleaños de una semana atrás? Llegué a una oficina que llevaba un letrero pequeño, decía “Relaciones Externas”.
-Señores.-Tomó la palabra el presidente.- A partir de hoy el Sr. Polo, trabajará con ustedes.
-Señor gracias, pero…-No pude decir más porque una lluvia de aplausos me interrumpió hasta el borde de la emoción y las lágrimas.
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