jueves, 22 de octubre de 2009

Tamara


Lucía hermosa, era su primera entrevista y la primera vez que la veía así. Con el orgullo de un enamorado primerizo, me acerqué a ella y le regalé el más puro e inocente de los besos.

Cuando regresó de aquella sesión, se mostró algo decepcionada por una de las preguntas que le hicieron, algo del futuro y así otras como sus defectos y logros. En un momento quise tomar nota de todo ello, pero opté por escucharla y le animé a perseverar.

-¿Cuándo es tu entrevista?- Me preguntó, luego de besarme.
-Lo anoté por ahí, creo que es mañana -.Le dije algo preocupado.
-Ahora ya sabes lo que te puede esperar.
-Sí, gracias. Ojalá me vaya bien.

La noche se acercaba y esta vez el deseo de estar en aquel lugar, se hizo más fuerte.

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