jueves, 22 de octubre de 2009

Alguien Llama

Era la última vez que recibía de sus labios esos suaves besos. La última vez que escuché sus te quiero, sentir sus abrazos; sabía que me iba a doler demasiado, que no resistiría mucho tiempo sin ella.

-Hola Javier- Me interceptó mi secretaria. –“Hola Juana, ¿alguna novedad?”
-Ninguna, aunque anoche llegó un sobre, lo dejé en tu escritorio.

El sobre traía en su interior una carta. Llevaba la firma de ella; entre otras cosas decía que me amaba y que si había decidido viajar de esa manera tan sorpresiva fue porque se trataba de una oportunidad. Yo destruí la carta, suficientes pensamientos me aguardarían durante las sesiones laborales. Era lo que necesitaba.

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