Revisiones del caso, un banco que me describe a la amiga. Un yo divagando, exceso de silencio y me voz atendiéndote al auxilio. Los gatos, la avenida y yo más extraño que una nota del sol.
Mi flauta operativa, el eco de tu voz. Mi amor reinando sobre los cuentos de hadas y unos cuantos años más de tu voz. Tu voz que llega siempre a mi auxilio.
Las costas que me aproximan a la arena. La mirada lesiva de una cebra, rubia y con ganas de creer.
Así es mi delito, mi flora y fauna que me aparta del ser. Así es la costumbre de apoderarme de tu voz y de tu tiempo al punto de ruborizarte. Al punto de conocerme.
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