Cuando Bonny se percató que el pesado de su hermano traía un conejo herido, no sólo lo quiso mucho por única vez, sino que improvisó inconscientemente un gloria a dios por la bella presencia que tenía frente a sus ojos.”Te ayudo con él hermanito”.
-Estas loca, puede ser curado.-Le dijo con severidad.
-No importa está lindo, dámelo te ayudo.-Insistió la pequeña estudiante.
El pequeño conejo consiguió llegar a los brazos de una tenaz Bonny. “No te puedo llamar Bugs porque nuestros amigos nos molestarían mucho al decirnos esposo y esposa. Así que te pondré Serafín, en honor de la primera mascota de mi hermano.”El cambio le vino preciso a la pequeña porque terminó con meritos sus estudios secundarios y la universidad como Medico Veterinario. Ese fue un conejo de la suerte y sin llamarse Bugs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario