- ¡Mamita!
-Hijito precioso, qué paso por qué llegaste así de pronto.
-Ya te contaré mami. ¿Cómo está papá?
La postura sutil de su cama llegaba a mi vista conforme avanzaba. De pronto llegaría un abrazo infinito y unas suaves palabra.
-Hijo, cómo te fue en Ticlio.
-Bien papá. He venido a estudiar y a quedarme con ustedes. Me alegra verte recuperado.
Llegada la cena inicié la narración de mi diálogo con don Pascual y mi intención de venir a Lima para estudiar “Es importante para mí comenzar a estudiar cuanto antes don…” Está bien, definitivamente perderé un buen elemento, aunque no olvides que siempre estarás invitado a mi cumpleaños. Mi abuela escuchaba esto con júbilo y aseveró que Dios estaría a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario