A ninguna de las chicas de la cuadra le gustó eso de ir a la academia, cada uno necesitaba descansar luego del colegio, aprender algún deporte de extremo o por último conocer mejor a sus padres; como corresponde. Sin embargo, había un motivo interesante como para recurrir a la academia Crystal; y era justamente el ver en acción a Cristal.
Cristal era un hermoso cachorro de “raza” cruzada, de color claro. Un perro muy educado que saludaba, se dejaba acariciar y cumplía cabalmente sus labores de vigilancia de la academia. Pero algo se venía “cocinando” por estos días.
-¿Asegurar, a un perro? – cuestionó el portero.-No lo creo es un perro joven, lleno de vida.
-Si él se pierde o es robado, no se imagina cómo afectaría a la academia. – replicó el asistente.
-Entonces empleemos tecnología para poder ubicarlo, en caso se de aquello que comenta.
Mas los planes no resultaron así. La ordenanza municipal DM 3029, había determinado la clausura de las operaciones de la academia. La razón: el incumplimiento con las especificaciones de Defensa Civil. Cristal y su collar GPS terminaron en un albergue canino, dicho sea de paso, de gran atracción del momento.
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