lunes, 26 de septiembre de 2011

XIV– Minutos Llenos de Él

Abrí los ojos irremediablemente, era demasiado grande y potente aquello que sobrevino para mi útero. Extrañamente vino a mi mente las clases de bolígrafos que usaba en el colegio. Estaba loca. Pero no podía resistirme a oír sus jadeos a sus manos deseosas apoderándose de mi vientre, de mis senos y mis caderas; dirigiéndolas a él.

Todo era ternura ahora que mis flujos de mujer , facilitaron el trabajo de su miembro dentro de mí, permitiendo que transcurriera fácil y suave durante nuestro amor. Sus ojos entretanto, ya eran capaces de encantar a la misma medusa.
Me invito a sentarme sobre él, a sentir esa porción de su ser nuevamente sobrepasar mis pliegues vaginales hasta llevarme al cielo de placer.

Y nos movíamos como entonando un coro de amor. Cada vez más intensos y deseoso me tomaba entre sus manos y me invitaba a unirme más a él. Comencé a notar que estaba ante un auténtico administrador.

Trabajaba muy bien en equipo, coordinaba bien, controlaba mis movimientos y gestionaba mi cansancio, llevándome a ritmo lento. El no se venía y yo tampoco quería eso, pasados catorce minutos sentí una materia líquida y caliente sobre mi vientre, eran sus genes. Infinitos e inquietos hablándome de amor.

No hay comentarios: