martes, 24 de mayo de 2011

La Venganza de Felicia



Eran esos días en que no estaba con humor, ni como para dar la hora. Los días en que sus amigos solían decir que le habían presentado a Andrés; pero ella no reía. Muy al contrario preparaba sus venganzas una por una. Más adelante se apreciaría cómo a uno de ellos le caería una bola de helado en la cara o una humareda de talco en la cara por faltoso.

Pero las mujeres llegan a crecer y por ende llegan a cambiar. En este sentido Felicia no se quedó atrás y conoció el amor, el desengaño, la desfloración y otra vez el desengaño. Total se trata de una jovencita de estos tiempos, con sus sueños y frustraciones. Felicia crecía y el mundo se iba lentamente a la mierda para ella; porque ya nada parece tan fácil como cuando los trece años.

Felicia creyó conocer a la más dulce y sinceras de sus amigas, hasta que esta se acostó con su aún ex – novio “Te juro que yo no lo sabía” “Pero si yo siempre te lo cuento todo” “Ah disculpa, cualquiera se puede olvidar” Pamelita nunca olvidó ese día en que su cara besó uno de las manos de su otrora mejor amiga Felicia.

Felicia tenía un amigo, hasta que este se la tiró. Felicia no sabía si gozar de placer o llorar mientras este con torpeza mordía su hombro derecho, mientras jadeaba y se impulsaba sobre ella; su mojada y desesperada mejor amiga. Pamelita aún recordaba la bofetada y no tuvo más remedio que ir donde sus primos, quienes le enseñaron mucho sobre la materia.

Así las chicas crecieron y se hicieron mujeres en el reino de los cielos de esta tierra. Algunas se confesaban otras seguían pendientes de sus enamorados y sus condones. Algunas pensaban en estudiar pero con toda la seguridad de ser obedientes ex – vírgenes. Pero hubo una ex virgen que no dejaba de sorprender a las demás. Era inteligente, bella y arrechísima cuando estaba junto a un chico con más de un metro setenta y cinco, deportista y que le guste.

Felicia había conocido a un chico, quien se había quedado impresionado por los pechos de su nueva compañera. Felicia y este chico ya se reunían regularmente, hasta que cierto día la chica nueva llamada Aída, se llevó al licenciadito (como así lo conocieron). Felicia no sabía que decir ni hacer. Mientras llegaban las mentiras, Felicia preparaba su venganza.

No me dijiste que conocías a Pamela, Ah mira ya se conocían, Ten cuidado que es una puta, Oye tu serrana babosa qué eso de puta, Eso que tú sueles ser ahora con mis amigos, Yo no me meto con tus nerds. Felicia salió y coincidió con el director de comunicación de la escuela de negocios, le entregó un pequeño casette y se marchó.

Aquel día la presentación de los trabajos de idiomas, tuvieron un carisma distinto; ahora todo estaba listado como libro. El director presentó el video y de pronto Pamelita hablando de sus polvos y de que no necesitaba de un nerd como los de su instituto. Entonces uno de los Nerds dijo puta a Pamelita y de pronto otro y así toda la sala. Felicia había conseguido vengarse así.

Santa Eulalia
24/05/11

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