sábado, 15 de septiembre de 2012

XIII - Cena Tibetana


Los hermanos, tres como estaban, se reunieron. Dant era un mar de paz y quietud. Un monje sin serlo, un camino a la santidad. Un virtuoso que hablaba también de la ciencia. Luego de los saludos efusivos y los abrazos, tuvo que comenzar la cena.

- ¿Alguna especialidad, apreciado Dant?.-Inquirió alegremente Jerry.
- ¡Nuestra cena tibetana! - respondió él.

Los frailes trajeron unos platillos que consistían en verduras y panes largos, preparados con aceite de oliva. En eso consistía la cena tibetana. Zeiyha, preguntó y como cambiando el curso de la ceremoniosa cena, si es que tenía amigos muy cerca de ahí.

“La congregación, no; empero yo frecuento mucho con una doctora austríaca que vive muy cerca de aquí, interesada en terapia animal avanzada.” “Perfecto” exclamó Jerry, Creo que estamos sintonizando muy bien.

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