martes, 29 de julio de 2008

La Abuela



Había dejado su natal Arequipa, sus nevados, sus valles y a sus padres, por vivir junto a Oswaldo.Luego de 30 años de feliz matrimonio y una feroz pulmonía, enviudaría con dos hijos, hacíase cargo de las compras por la tarde seguidas de un motivador lonche. Ella era feliz haciendo esto, se sentía “Utilísima”, como ella decía. Su hija siempre trataba de apoyarla en lo que podía. Ahora se disponía a tocar el timbre.

-Es mi madre. Eso espero.-Se exaltó la joven.
-Llegó mi abuelita, debe estar cansada.-Respondió Jessy quien ya echaba de menos su café.

El osito de Jessy aún dormía en la cuna. Las galletitas aún no se servían para tristeza de la niña. Ante esto y luego de saludar a su abuelita le reclamó por esto a su madre. Ella pidiendo disculpas a su pequeña se dirigió a la alacena para extraer el paquete . Jeremy aprovecho para verle la parte trasera del buzo.

-Ah mami, te presento al chico del que te hablé, Jeremy / - Un gusto señora. / El gusto es mío jovencito.

Luego de esta formalidad, la mayor de las madres le hizo una seña al joven invitándolo a la cena. Este mirando a la joven , la pequeña y a la familia dormilona de osos exclamó “Como no, por supuesto”.

Santa Eulalia
11/07/08

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