domingo, 23 de mayo de 2010

Un Rey Suelto en Casa


Mi madre acababa de traerme el prospecto de admisión cuando me fijé de repente en la postura de Mickey tras las cortinas de las ventanas que daban a la sala. No se trataba de un cachorro. Estábamos ante una bestia adulta y hermosa con la figura misteriosa que impone todo rey. Sólo que este rey tenía una casa.

“Mamá lo llevaré a pasear” En el acto propongo sacarlo más seguido conmigo. Como haciendo ejercicios, como saliendo por el parque o como escoltando junto con él a mi flamante enamorada. Y lo mejor de todo, que él no me pondría sus condiciones.

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