martes, 22 de junio de 2010

Un Domingo con Mickey

Yo no quería dormir más. “Mamá estoy bien, sólo quiero estudiar un poco más” Mi madre de mis tantos lonches después de la escuela, mi madre de los paseos a Lima. Ahora se trataba de pasar a otra etapa a una etapa donde yo mismo me ponía a prueba. Por eso tenía que estudiar para este examen, dar ese gran paso y sentirme orgulloso de mí mismo.

Mickey estaba conmigo una vez más, atento a mi mirada o a mis caricias, por si precisaba de dar una caricia. Seguía el repaso, una música a bajo volumen un refresco de leche renovable cada dos horas cortesía de mi madre. Pero yo tendría el domingo para mí. Lo emplearía definitivamente a mi fiel acompañante de estudios.”Lo primero que haré como estudiante de arquitectura, será tu nuevo hogar”. Sus orejas se agitaron un poco luego de estas palabras. Entendí así que él quería descansar.

No hay comentarios: