viernes, 21 de octubre de 2011

El Perfil que ya no Vimos


Ella olvidó sus juegos de fábulas, su aprendizaje de sonetos “Monses” por orden de la profesora, ella se olvido su ser y se limitó a temporizar su existencia a un simple inicio de sesión.

En él se podía acceder a un par de fotos (donde aparecía con unos escotes riquísimos), a su triste estado de relación complicada y a un par de líneas patéticas que sólo incluían un “Hola” y unos emoticones de mierda que acompañaban a un patético “In louv”.

Fanny en cambio era la que animaba a todas, “Mi perfil está lleno de comments, de chicas y chicos que se aglutinaban como renacuajos para saber de ella; pendientes de si es que ella ponía una foto (con carita feliz obligatoria) donde aparecía con un top (que mostrara todo).

Fanny parecía una eterna sodomizada de la vida, una chica muy pilas aunque en realidad; era la típica idiota que aparentaba cierta lucidez. Una chica pilas al que los relojes algún día le fallarían.

Fanny y ella se conocían. Fanny y ella tenían acordado una cita con el profesor de un gimnasio de mala muerte, un tal Mauricio. Antes de la cita, se pusieron a revisar desde su espacio el perfil de este tal Mauricio imbécil de mierda. Cuando este llamó al celular de Fanny; era para confirmar que estaba en el parque del frente de la cabina. Así que ambas salieron con él a despejarse.

Llegó la noche y con el pretexto de pasar cerca de Independencia, él anuncia que acompañaría a la amiga de Fanny. Pero ella estaba hecha un botecito en alta mar. Así que fueron juntos y a partir de la tercera esquina comenzarían los besos, seguidos de instantes parecidos sentados en la combi.

Bajaron en un paradero extraño, muy cerca había un hotel que implicaría el desembolso de cuarenta fichas para el pobre instructor de chibolas culonas, al que el gimnasio Tauros debía casi dos meses de sueldo. Otro beso y la chica del perfil comenzó a alucinarse la novia del mundial.

Ya dentro del hostal, era el deseo, el jacuzzi, el espejo del armario que revelaba las vellosidades de un trasero masculino que accionaba sobre las caderas suaves de la chica del perfil. Había tiempo, todo valió la pena los cuarenta mangos, las quince lucas gastadas en la oferta de ron con gaseosa en cajita tetrapak con vasitos de plástico que pidió con sonrisitas a la dependiente de la tienda.

No era necesario describir la escena. Ahí solo yacían dos tristes idiotas creyendo que el amor viajaba y se mantenía entre bits and bytes. Dos tristes idiotas que expulsaban sus flujos orgásmicos en sábanas mal lavadas; mientras que en el televisor pasaban escenas de Bob Esponja quejándose de la explotación de Don Cangrejo.

- Señor Cangrejo…
- Qué Bob Esponja.
- Eh jejejeje, sólo quería decirle que si estoy dispuesto a quedarme más tiempo…
- Y…
- Sin cobrar nada más, eh jejejeje.
-

******

Tiempo después el perfil de la chica que soñaba ser enfermera y curar niños yacía abandonado. Sólo Fanny se lamentaba expresamente de no haberla acompañado en su estado a su casa. Cada día escribía incoherentes comments como los “espero estes bien amiita, con los angelitos px” “amiita hoy conoci a tu sobrinita recien nacida, adivina como se llama”; lo peor era que ella no respondería más.

Lo peor era que tras esa lóbrega sesión no iniciada, estaba aún almacenada (como para mantener ese círculo vicioso que es la vida cotidiana) las pequeñas y humildes pruebas de su inexperto y sodomizado paso en la sociedad, por citar su par de fotos (donde aparecía con unos escotes riquísimos), su triste estado de relación complicada y su par de líneas patéticas que sólo incluían un “Hola” y unos emoticones de mierda que acompañaban a un patético “In louv”…

Surco
14/10/11

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